martes, 21 de abril de 2015

19 DE ABRIL: DÍA DEL ABORIGEN AMERICANO



                El día del aborigen americano se celebra cada año en conmemoración al Congreso Indigenista Intermericano celebrado en México, el 19 de abril de 1940.
                Dicho congreso fue convocado en la ciudad de Patzquaro, por el entonces presidente mexicano Lázaro cárdenas; quién era a su vez descendiente de aborígenes. Allí se reunieron por primera vez representantes de la mayoría de las culturas indígenas de nuestro continente, para analizar su situación y buscar caminos en común, ante las adversidades que enfrentaban. Como resultado de esta reunión, se fundó el Instituto Indigenista interamericano, entidad que hoy tiene su sede en México y que depende de la Organización de Estados Americanos (OEA).
                Por su parte, Argentina reconoció esa fecha cinco años más tarde, aunque los derechos de los pueblos originarios distaron mucho de ser una prioridad para nuestros gobiernos a lo largo de todo el siglo XX. Recién con la reforma constitucional de 1994 se comenzó a cambiar esta tendencia, ya que en su artículo 75 se incluyó entre las responsabilidades del Congreso Nacional el reconocimiento de la preexistencia étnica y cultural de los pueblos originarios, el derecho y respeto a su identidad, como así también a una educación bilingüe e intercultural. Reconociendo a su vez la personería jurídica de sus comunidades, la posesión y propiedad comunitarias de las tierras que tradicionalmente ocuparon; entre otros los sectores más vulnerables de la sociedad, siendo víctimas de innumerables situaciones de discriminación cotidiana.
                Actualmente son 24 comunidades aborígenes que habitan el suelo que hoy llamamos Argentina: Toba, Pilaga, Mocovíes, Diaguita, Calchaquí, Mapuche, Wichi, Guaraníes, Coyas, Chiringuano, Tehuelche, Viela Mestizados, Huarpe, Comechingones, Pampa, Ranquel, Querandi, Ona, Mataco, Chane, Quilmes y Chulumpí.
                Toda América celebra esta fecha recordando a quienes habitaron nuestro territorio antes de la llegada de los blancos, e imprimieron a la tierra las primeras esencias culturales que, mezcladas a las de los colonizadores europeos, dieron como consecuencia nuestras realidades actuales.
                Los valores de las antiguas culturas aborígenes perduraron en los restos de aquellos imponentes templos y construcciones, que por su ubicación permanecieron enaccesibles; en los testimonios mestizos como el Inca Garcilasco de la Vega, o de españoles como Fray Bartolomé de las Casa; en las artesanías desenterradas o encontradas; y especialmente en la memoria de los pueblos autóctonos, que fieles a sus sentimientos y convicciones, continúan amando a la tierra que habitaron desde el origen.
                Empobrecidos y relegados, los aborígenes americanos de hoy no pretenden ya privilegios por su condición de primeros habitantes del continente, sólo aspiran a que se los trate como iguales, que se les reconozca el derecho a la tierra donde habitan en comunidades. Igualdad de oportunidades: de estudio, de trabajo y de progreso. Y el respeto a los valores de sus culturas.
                Todos tenemos una raíz y hasta un presente en cierto modo aborigen. Hay organizaciones que trabajan con y por ellos, pero aún adolecen de un sincero reconocimiento. También hay asociaciones no gubernamentales muy positivas, pero hay sobre todo un fuerte movimiento interno: cada vez las comunidades originarias son más conscientes de su protagonista y de sus obligaciones, se sienten orgullosos de ser aborígenes y no tienen vergüenza de reclamar aquello que les es legítimo.
                Desde nuestro lugar, nos cabe respetaros, valorar su cultura, sus valores, sus costumbres y aprender de ellos, que supieron mantener el legado de sus antepasados duranre siglos, y que aman y respetan a la Madre tierra como su infinita benefactora.
                “Queremos vivir en paz y respetando la naturaleza y la ecología”  dijo Rosalía Gutiérrez, líder colla de Jujuy.
                Y hoy junto con dicha frase que expresa un sentimiento y una intención concreta, sumemos palabras de Santa Teresa de Jesús, quien  señalo: “Darse del todo al todo, sin hacernos partes” , la cual nos invita a darnos al hermano, a mar a nuestro prójimo tal cual es, respetando a lo que lo hace ser, respetando y valorando el aporte histórico y actual de cada uno de nuestros pueblos originarios, reconociendo la importancia de nuestro medio ambiente, cuidando el lugar donde vivimos, porque a través de las acciones de fe y amor parte indivisible del Señor y su proyecto.


Profesora Valentina Bergamin

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